Agustí Centelles y Ossó logró revolucionar el fotorreportaje retratando los convulsos acontecimientos que sacudieron la vida de nuestro país entre 1934 y 1939, otorgando al fotoperiodismo una dimensión desconocida hasta entonces.
Muchas de las imágenes de Centelles forman parte sustancial del inventario visual y cultural de lo que fue la guerra civil española. Además, Centelles está considerado internacionalmente como el fotógrafo español más interesante de su generación. Con su cámara Leica siempre a punto, Centelles captaba las imágenes de forma inmediata y continua. Algunas de esas fotografías del conflicto bélico en España fueron portadas de importantes revistas internacionales. Después de la guerra, Agustí Centelles se exilió en Francia donde retrató las duras condiciones de vida del campo de concentración de Bram, en el que fue internado. Ya de vuelta a Barcelona, le fue prohibido ejercer como reportero gráfico y tuvo que hacer una reconversión forzosa a la fotografía industrial y publicitaria.
El éxodo de centenares de miles de españoles fue ‘atendido’ por las autoridades francesas en campos de concentración en la costa con el Mediterráneo y con otros campos en el interior, como el que se construyó en Bram, a pocos kilómetros de Carcasona.
Centelles supo plasmar con su cámara fotográfica el testimonio del dolor a través de centenares de imágenes que permanecieron en silencio, exiliadas hasta la muerte del dictador.