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10 maestros del blanco y negro

Color o blanco y negro, ésta es la cuestión. Y también es una de las primeras decisiones que han de tomar muchos fotógrafos antes de iniciar un proyecto. Pese a que ciertas realidades piden algo de color, hay quienes han mantenido inquebrantable su fidelidad al blanco y negro. El aparente caos en las imágenes de Munem Wasif o el equilibrio formal -casi milimétrico- de Pentti Sammallahti son algunos de los grandes fotógrafos contemporáneos que nos han demostrado que el blanco y negro es viable en cualquier situación.

1 Munem Wasif

Las composiciones con un caos bien resuelto son una tónica en el trabajo de Munem Wasif. Y en este sentido el blanco y negro -con un ligero virado cálido- ayuda a poner orden a la visión que el bengalí tiene de su propio país, su principal escenario de trabajo. Tierra de colores vibrantes, Bangladés está fuertemente influida por el monzón, cuya incidencia conlleva unos cambios muy drásticos en la atmósfera de las fotografías en función de la época del año. Cambios que Wasif consigue relativizar con el uso del blanco y negro.La fotografía de este galardonado autor nacido en 1983 tiene un marcado sesgo humanista, y su implicación, entendimiento y cercanía a un mundo que le es propio se hacen patentes en cada toma. En este sentido, cobra mucha importancia el alto contraste que aplica en el retoque, seña importante de su estilo y recurso orientado a enfatizar las emociones humanas. Más información: Munem Wasif

2 Pentti Sammallahti

La homogeneidad entre los paisajes rurales y urbanos de Pentti Sammallahti sería prácticamente imposible de conseguir con el uso del color. Solo así pueden encajar dos escenarios tan distintos como un cruce de calles repleto de bicicletas en Marrakech y otro en una Helsinki cubierta por la nieve.Pero el acierto de este autor de auténtica referencia con la elección del blanco y negro –cuyo dominio de los matices de gris recuerda al mejor Ansel Adams- va mucho más allá. El finés fotografía con la misma sencillez de formas e igual control un paisaje con pocos elementos que una escena de street photography, hasta el punto de que su sello es reconocible en ambos casos.Pero donde más evidente se hace lo apropiado del monocromatismo es en sus emblemáticas escenas rurales de formato apaisado. La atmósfera que crean la niebla, la nieve, los perros de pelaje oscuro, los caminos casi sin marcar, las pocas personas y casas que aparecen y sus cuidados encuadres transfieren atemporalidad a cada fotografía. Sammallahti transmite una sensación de silencio, calma y melancolía que casi sería inalcanzable en color.

 3 Michael Ackerman

Enigmáticas, inquietantes, intimistas y llenas de tensión son las fotografías de Michael Ackerman. Pese a que las formas y el contenido recuerdan inevitablemente a la obra de Antoine D’Agata, el lenguaje surrealista de este fotógrafo de Agence Vu es algo menos egocéntrico y da más énfasis a su visión particular del mundo que a sí mismo. Ackerman juega con las sombras, las luces, los destellos, el humo, las siluetas, los reflejos, el movimiento, las composiciones forzadas, los retratos en primer plano y el retoque marcadamente contrastado para insinuar sin llegar a mostrar en cada una de sus fotografías. Es tarea del espectador interpretarlas, y sobre todo evocar en ellas las sensaciones que este autor estadounidense nacido en Tel Aviv experimenta a través de su trabajo. Más información: Michael Ackerman

4 Sebastiao Salgado

Uno de los fotógrafos contemporáneos en blanco y negro por excelencia, el trabajo de Sebastiao Salgado viene a la cabeza de forma inmediata al pensar en este tipo de imágenes. Tras pertenecer durante 15 años a Magnum Photos, el brasileño fundó en 1994 Amazon Images para potenciar su obra de marcado carácter humanista y naturalista. “Workers”, “Migrations” y “Genesis” son sus proyectos más destacados.De hecho Salgado es uno de los fotógrafos más reconocidos a nivel internacional. Sus imágenes poseen una innegable fuerza visual, la historia que hay detrás -sobre todo de su obra más antropológica- siempre es interesante y su obra mantiene una gran coherencia.Con todo, su trabajo no está exento de críticas, principalmente de Susan Sontag. La ensayista neoyorquina puso en entredicho su tratamiento visual por realizar fotografías de gran belleza plástica a partir de escenas de dolor humano. También criticó la falta de nombres en su obra, lo que a su juicio le restaba veracidad.La posproducción de las fotografías de Salgado a cargo de un equipo especializado también ha levantado voces en contra de un excesivo contraste, sobre todo en sus fotos realizadas en formato digital, que van incluso más allá en este apartado que su trabajo analógico.

5 Sebastián Liste

El fotógrafo de la agencia Noor representa una nueva hornada de documentalistas que trabajan mayoritariamente en blanco y negro. Su proyecto más conocido hasta la fecha, “Urban Quilombo”, se sitúa en la órbita de la fotografía más sociológica (Liste es sociólogo de formación), explorando una comunidad que vivía y se autogestionaba bajo las ruinas de una antigua fábrica de una zona deteriorada de Salvador de Bahía, en Brasil.Otro trabajo de profundo calado social es “On the Inside”: de nuevo, el alicantino se mete de lleno en una sociedad marginada, formada en este caso por los internos de una prisión venezolana que ellos mismos controlan de facto. Con un tratamiento visual similar al de su primer trabajo, Liste utiliza el blanco y negro para evitar que iluminaciones muy distintas -interiores, exteriores y tomas nocturnas- rompan el ritmo visual, para potenciar las formas en sus composiciones más clásicas y mantener la tensión en los encuadres más forzados. Más información: Sebastián Liste

6 Vanessa Winship

Por su estilo y por el uso que hace del blanco y negro, Vanessa Winship es una de las fotógrafas más clásicas de esta lista. Sus proyectos principales se centran en dar protagonismo a grupos sociales fronterizos en un sentido amplio. Así, “Imagined States and Desires: A Balkan Journey” trata sobre los refugiados albanokosovares de la segunda oleada del conflicto de los Balcanes, y “Black Sea: Between Chronicle and Fiction” nos muestra a las poblaciones que habitan las costas del Mar Negro.Además de los Balcanes y el Cáucaso, la predilección de esta británica de Agence Vu por lugares que están a caballo entre dos mundos distintos -y el influjo sobre las identidades de las personas que habitan en tierra de nadie- la trajeron a España el pasado año con un encargo de la Fundación Mapfre bajo el brazo para realizar “Almería. Where Gold Was Found”. Winship trabajó en la provincia andaluza fuertemente inspirada por la obra de Juan Goytisolo “Campos de Níjar”.Como en sus anteriores trabajos, las fronteras son algo más que geográficas, y en el sudeste peninsular se dan cita el paisaje endémico y la agricultura forzada de invernaderos, el calor lejano de una población aislada en el desierto y el frío desamparo de una construcción bajo el sol. Más información: Vanessa Winship

7 Fan Ho

Maestro asiático de la street photography por excelencia, Fan Ho ha desvelado en blanco y negro la cotidianidad de la vida en Hong Kong -donde se crió- durante los años 50 y 60. Las siluetas, las líneas creadas entre zonas de luces y sombras y la sencillez de elementos en la composición constituyen la marca más evidente de su estilo.Más allá de la época en la que se enmarca, el trabajo de Fan Ho -que utilizaba una Rolleiflex- se entiende sobre todo en blanco y negro: en algunas escenas el color habría despistado demasiado de las formas; en otras, los contraluces habrían dejado probablemente un marcado sabor monocromático. Pese a que Fan Ho inició una notable carrera como director de cine, en 2010 reinterpretó algunos de sus negativos mediante dobles exposiciones. Más información: Fan Ho

8 Jeanloup Sieff

Pese a que su obra como fotógrafo de moda es la más reconocida, las series de danza y los retratos de Jeanloup Sieff mantienen la misma coherencia de ese blanco y negro con sombras profundas y un cierto sabor a reportaje heredado de sus primeros años con la cámara y que ya nunca abandonó.Es en la fotografía de moda en la que Sieff (fallecido en el año 2000) imprime un carácter propio, generalmente usando ópticas angulares, primeros planos, encuadres a menudo forzados y con tensión… incluso dando gran importancia al contexto de la escena. En su fotografía de paisaje, casi siempre vertical, el blanco y negro tiende a los tonos oscuros, dándole una gran fuerza expresiva y capaz de evocar sentimientos de nostalgia en el espectador. Más información: Jeanloup Sieff

9 Tomasz Gudzowaty

El polaco Tomasz Gudzowaty es uno de los fotógrafos más cuidadosos con la edición de sus imágenes en blanco y negro. Con su serie de ensayos “Beyond the Body” sobre distintos deportes a lo largo y ancho del planeta se ha granjeado numerosos galardones, incluidos entre ellos nueve premios World Press Photo.Con pocos elementos en sus encuadres e imágenes sencillas, Gudzowaty usa una cámara de placas para controlar totalmente la profundidad de campo y la dirección de las zonas de nitidez, de manera que guía a su antojo la mirada del espectador a través de sus fotografías.El resultado es una serie de reportajes que incluyen retratos, algunos paisajes y por supuesto escenas de acción en infinidad de situaciones y ambientes distintos: desde una carrera de coches en el desierto mexicano hasta un entrenamiento de natación sincronizada en una piscina de Ucrania, pasando por las planicies mongolas. El autor ha completado así un proyecto global ingente, homogéneo y con un sello propio en blanco y negro. Más información: Tomasz Gudzowaty

10 Alberto García-Álix

Del autor maldito de la Movida madrileña conocemos muchos rostros (el suyo propio sobre todo) y muchas historias (vividas la mayoría en primera persona). Alberto García-Alix ha hecho de su mundo interior y del que le rodea el personaje principal de una obra atípica y muy a menudo a contracorriente.A base de retratos, detalles, espacios y algún paisaje, el de León utiliza una gramática propia. Aunque muchas de sus fotografías son rompedoras -otras son muy clásicas-, es la honestidad de su lenguaje, la total desnudez con que presenta su propia vida lo que más cuenta en su obra. Y lo hace con un blanco y negro que ayuda al espectador a mirar de frente todo ese derroche de sinceridad.En la obra de García-Alix la falta de color no ensalza las formas: las delata. Tan sencillo como que la sangre gris oscuro hace que busquemos sus ojos y no la herida. Más información: Alberto García-Alix

Nota

Para la elaboración de esta lista nos hemos centrado en autores contemporáneos (Jeanloup Sieff es el único que no está vivo) cuyo principal cuerpo de trabajo está realizado exclusivamente en blanco y negro, aun a sabiendas de que han hecho proyectos personales, editoriales y comerciales en color.Es el caso de Tomasz Gudzowaty, que hace cuatro años comenzó unas series de fotos de moda en color, pero cuya apuesta por el blanco y negro ha sido una constante a lo largo de su laureada trayectoria. Incluso en sus primeros años de andadura fotográfica Alberto García-Alix disparaba en color.Por otra parte, ha sido difícil dejar fuera del compendio a autores como Paolo Pellegrin o Cristina García Rodero, pero sus trabajos en color (los retratos de famosos del italiano y los reportajes sobre el festival Holi y el 500 aniversario de la ciudad cubana de Baracoa de la española) han sido determinantes para dar prioridad a otros fotógrafos que, por ahora, se han mantenido más fieles al blanco y negro.

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