XATAKA Foto – Lieya Ortega
NATURPIXEL Fotografía – Guillem Calatrava
El cuerpo humano se ha considerado a lo largo del tiempo un objeto de deseo, incluso ha habido épocas en que mostrar el cuerpo desnudo era pecaminoso y sólo aquellas mujeres de dudosa moralidad se atrevían a enseñar alguna parte de él.
A nivel artístico el tema del desnudo es complejo de tratar por sus múltiples lecturas, ya sea desde un punto religioso o cultural. Al parecer no es lo mismo ver una escultura o una pintura que represente el cuerpo de una mujer a una fotografía, ya que la imagen fotográfica es más real y por tanto más obscena. Debido a esa obscenidad de la foto o del cine, la desnudez pasó a tener unas connotaciones más sexuales y no tan artísticas o estéticas como podría ser en el caso de la pintura.
Para entender un poco más la visión que tenemos de la fotografía erótica en la actualidad realizaré un breve repaso por su historia y evolución a través de las diferentes épocas. De esta manera podremos comprender la foto de desnudo mucho mejor e incluso dejarnos de tonterías y empezar a verla como una imagen artística más. Una hermosa y buena foto de desnudo puede ser una verdadera obra de arte.
Primeros años. A finales del siglo XIX el cuerpo humano femenino y, en menor medida, el masculino empezó a convertirse en ese obscuro objeto de deseo cuyo interés fotográfico iba creciendo con el tiempo. Así, el cuerpo humano fue considerado tabú para algunos y para otros un instrumento más que ayudaba a crear e investigar a los fotógrafos.
Poco a poco, hacia la segunda mitad del siglo XX se comenzó a ver la fotografía erótica con otros ojos, con una mirada de respeto, aunque no por ello dejó de lado las controversias y los problemas morales que podían significar la imagen del cuerpo humano posando sensualmente.
Podríamos decir que fue Lois Jackes Daguerre el que abrió la puerta de la fotografía erótica al retratar esculturas de yeso lánguidas y sensuales que hacían alusión a las Tres Gracias, sus Naturaleza muerta con esculturas. El uso de las esculturas para este tipo de fotografías era debido, por un lado, al largo tiempo de exposición que necesitaba el daguerrotipo para la toma fotográfica, y por el otro lado era debido a la dificultad de encontrar una modelo que se prestará a desnudarse y retratarse.
Cabe decir que la historia de la daguerrotipia erótica es casi inexistente e insuficiente, en la mayoría de los casos se la desprecia por su ínfima calidad. Así que es un tanto complejo indagar más sobre el tema. El daguerrotipista parisino Felix Jacques Antoine Moulin fue uno de los primeros en especializarse en fotografía de desnudos, debido a esa osadía en 1851 estuvo un mes de cárcel por producir daguerrotipos que, según la Corte de Napoleón III, era de una obscenidad indescriptible.
Así, las primeras modelos que se desnudaron y se dejaron retratar solían ser prostitutas, bailarinas o jóvenes anónimas que a cambio de dinero dejaban que su imagen fuera inmortalizada. Para ello, las modelos adoptaban las típicas poses de los personajes de las obras pictóricas clásicas, desde mujeres estiradas en hermosos divanes hasta hermosas ninfas jugando por el campo bucólicamente. Hemos de tener en cuenta que la pintura y la escultura era la única referencia artística que se conocía para llevar a cabo esta clase de fotografías.
El negocio del desnudo fotográfico pronto se convirtió en un negocio muy rentable. Así, desde la clandestinidad, los autores se escondían en el anonimato por las multas y penas de cárcel a que se exponían, y a unos precios elevados las imágenes de cuerpos desnudos comenzaron a ponerse de moda en algunos círculos sociales de caballeros adinerados. Es decir, se destinaban a la alta y media burguesía.
Pero pronto la popularidad fue tal que en 1845 se empezó a comercializar como piezas de estudio científico anatómico para que estuvieran dentro de la legalidad, fue tal el auge de sus adquisiciónes que ni las leyes pudieron terminar con ellas. No obstante, la pornografía seguía siendo ilegal en Francia, por ello la mayoría de los daguerrotipistas debían tener cuidado y no firmaban sus daguerrotipos, aunque algunas de estas imágenes si que llevan las etiquetas de las casas de óptica.
Cinco años después, en 1850, gracias a la perfección de la fotografía en papel y del negativo de placa de vidrio implicó el nacimiento de un duro competidor del daguerrotipo, sobretodo en París. Debido al papel se abarataron los costes de impresión lo que implicó una producción en masa de la fotografía erótica. Además, hemos de tener en cuenta que entre 1850 y 1855 se comenzaron a difundir las imágenes estereoscópicas y las tarjetas de visita lo que también ayudó al auge de este tipo de fotografías. No obstante todo ello, sumado a una política más restrictiva por parte del gobierno, este tipo de imágenes experimentaron una pérdida de refinamiento y cuidado.
Finales del siglo XIX e inicios del XX. A finales del XIX, la fotografía erótico-pornográfica de aires victorianos, exportada de Francia, aparecía en Gran Bretaña asentándose como un nuevo modelo de negocio. A través de un sistema de postal los subscriptores recibían periódicamente las nuevas imágenes, burlando de esta manera a la policía.
Cabe decir, que desgraciadamente este tipo de fotografía era demasiado mecánica, la imagen erótica perdía toda la sensualidad y por ende se acercaba más a un documento antropológico. Pero por suerte muchos pintores comenzaron a experimentar con la fotografía de desnudos, intentando darles una intención pictórica, más artística, para diferenciarse de las postales pornográficas.
Dentro de esta corriente es de destacar a Robert Demachy o al gran Alfred Stieglitz, un interesante fotógrafo que ya hemos hablado en alguna ocasión. Gracias a ellos y a otros pictorialistas la fotografía de desnudo se pudo ver en algunos eventos y exposiciones fotográficas. Un gran paso para la fotografía erótica como imagen artística.
Así pues, a finales del siglo XIX ya podíamos encontrar tres grupos de fotografías de cuerpos desnudos. Por un lado estaban las que se consideraban antropológicas, es decir, las que retrataban a mujeres de otras razas para catalogar y estudiar a los seres humanos. También estaban las pornográficas que sólo podían comprarse en el mercado negro por ser algo ilegal. Y por último la fotografía erótica pero desde una visión artística.
Este último grupo fotográfico fue el más extendido a principio del siglo XX gracias en parte al nacimiento de las revistas y a la nueva técnica de impresión que permitía reproducir de forma barata las imágenes. De nuevo París se convirtió en el centro de esta nueva revolución de la fotografía erótica, a través de las imágenes de las bailarinas del burlesque desnudas o semidesnudas.
A principio del siglo XX, gracias al fin de la censura europea del erotismo supone el regreso de bellas y artísticas imágenes eróticas, se vuelve a dar importancia a la imagen refinada.
No obstante, las imágenes eróticas no empiezan a considerarse como fotografía moderna hasta 1950, con los conocidos “club de cámara” que llevaron la fotografía erótica al ámbito artístico tal como se conoce hoy en día. No hemos de olvidar que en esta época comienza el surgimiento de la imagen en color y el nacimiento del movimiento Pin Up, que también ayudará a extender la fotografía erótico–artística.
El nacimiento de la fotografía erótica moderna. Así pues, gracias a los club de cámara y a las revistas como Play Boy, donde recuperan el espíritu pornográfico, la explosión de este arte resurge de nuevo. No obstante, aún quedaban artistas anclados en la primera mitad de siglo, es decir, aquellos como Rudolph Rossi, cuyas imágenes en blanco y negro fueron pintadas meticulosamente, dotando a la foto de la categoría de arte, que buscaban acercarse al arte pictórico con una fotografía sumamente cuidada y artística. Es decir, no se limitaban a plasmar solamente un cuerpo desnudo, sino que contaban una historia, trasmitían un concepto.
También encontramos a fotógrafos como Helmut Newton que elevó la foto erótica a un ideal de belleza y glamour, sus imágenes eran de tal hermosura que dañaban a la vista. O a David Hamilton, que a pesar de fotografiar a jóvenes adolescentes sus atmósfera hamiltoniana le daba una connotación romántica e ingenua.
Es esta clase de fotografía erótica más artística la que consiguió saltar de la clandestinidad y salir en publicaciones como Vogue. Empieza la fotografía erótica moderna.
En la actualidad. Así pues, podemos afirmar que gracias a todos los avances tecnológicos y a los fotógrafos y artistas de antaño que se saltaron la leyes, podemos disfrutar de obras tan sublimes e impactantes como las fotografías de Herb Ritts, Narcis Virgiliuo Spencer Tunick entre otros grandes fotógrafos a destacar y tener en cuenta.
Es por toda esta historia y esta evolución que hemos de empezar a ver la fotografía erótica con otros ojos, y espero aportar con este post, aunque sea muy pequeño, un granito de arena para ver la imagen erótica como algo bello. Y cuando hablo de fotos eróticas también me refiero a aquellas de estética bondage o mucho más explicitas, ya que algunas pueden ser hermosas y delicadas como las de Nobuyoshi Araki, poesía pura en blanco y negro.
Os dejamos con una galería de esta modalidad de fotografía, realizadas entre finales del siglo XIX y principios del XX: